El TEA es una condición diversa del neurodesarrollo que se caracteriza por algún grado de dificultad en las interacciones sociales y la comunicación.
La dificultad para pasar de una actividad a otra, poner mucha atención a los detalles y reacciones poco habituales a las sensaciones.
La evaluación busca determinar la presencia del TEA y orientar el desarrollo del plan terapéutico de acuerdo a las necesidades detectadas. Para esto es fundamental, en el caso de niños y niñas, repetir su aplicación a través del tiempo para evaluar si los procesos terapéuticos han generado progresos.
Es que el TEA sea identificado durante la infancia, ya que así el niño/a y su familia puedan mejorar su bienestar y calidad de vida. Por esta razón, esta prueba cuenta con distintas actividades y módulos que se deben utilizar dependiendo de la edad del consultante y de su nivel del lenguaje.
Cada persona con TEA es única, y por lo tanto, las terapias deben ser personalizadas para abordar sus necesidades específicas. Los enfoques multidisciplinarios, que involucran diferentes áreas, suelen ser los más efectivos para proporcionar un apoyo integral y mejorar la calidad de vida de las personas con TEA y sus familias.
ver terapiasEstán diseñados para proporcionarles las herramientas, conocimientos y apoyo necesarios para mejorar la calidad de vida tanto de sus hijos como de la familia en general.
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